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DESAFIO







Victor Hugo Juarez
wanimanews@gmail.com


Basada en una extraordinaria historia verdadera, Defiance es un relato épico sobre el honor, la familia, la venganza y la reivindicación durante la Segunda Guerra Mundial. Es 1941 y miles de judíos de Europa oriental están siendo masacrados. Consiguiendo escapar de una muerte segura, tres hermanos se refugian en los densos bosques que conocen desde su niñez. Desde ahí comienzan una desesperada batalla contra los nazis.

Daniel Craig, Liev Schreiber y Jamie Bell dan vida a tres hermanos que transforman una rudimentaria defensa en algo que va mucho más allá: una manera de vengar la muerte de sus seres queridos, salvando así a cientos de personas.

Al principio todo lo que pueden hacer es sobrevivir. Pero gradualmente, al propagarse los rumores de sus atrevidas incursiones, comienzan a atraer a otros, mujeres y hombres, jóvenes y viejos, que están dispuestos a arriesgar todo por un solo momento de libertad. Tuvia (Craig) es un líder poco entusiasta cuyas decisiones son cuestionadas por su hermano, Zus (Schrieber), quien se preocupa de que los idealistas planes de Tuvia los condenen. Asael (Bell) es el más joven, y se encuentra atrapado entre la encarnada rivalidad de sus hermanos. Cuando el brutal invierno llega, ellos trabajan para crear una comunidad y mantener la fe viva, aun cuando parezca que la naturaleza humana haya desaparecido.

Defiance, dirigida por Edward Zwick (Blood Diamond, Glory), con un guión de él mismo y Clay Frohman, está basada en el libro de Nechama Tec del mismo título. Los productores son Zwick y Peter Jan Brugge. El equipo que recrea los bosques incluye al director de fotografía dos veces nominado al Oscar, Eduardo Serra (Blood Diamond, Girl With a Pearl Earring), al diseñador de producción Dan Weil (Blood Diamond, The Bourne Identity), y a la diseñadora de vestuario ganadora del Oscar, Jenny Beavan (Gosford Park, A Room With a View

Sobre la producción
Tal vez nos cacen como animales, pero no nos convertiremos en animales.

Todos elegimos esto –vivir libres, como seres humanos, mientras podamos.

Cada día de libertad es una victoria.

Y si morimos intentando vivir, al menos morimos como seres humanos.

Tuvia Bielski, Defiance

En el verano de 1941, los ejércitos de Hitler están en movimiento. Europa pronto caerá bajo sus apabullantes fuerzas. Para millones, será una ineludible sentencia de muerte. Pero para los hermanos Bielski, tres jóvenes judíos granjeros de la remota campiña de Bielorrusia, se convertirá en algo más: un llamado a las armas del que no hay regreso, que pondrá a prueba los límites de su valor, su hermandad, y su voluntad para desafiar al mal que los rodea, al liderar a cientos de personas a una desesperada batalla para sobrevivir contra todos los pronósticos.

Edward Zwick, el aclamado director de Glory y Blood Diamond, nos trae esta historia extraordinaria a la pantalla, un intenso drama de acción sobre la complicada naturaleza de la venganza y la salvación; el poder de la comunidad; y la voluntad de vivir cuando toda esperanza parece perdida.

En esta película filmada en Lituania, los realizadores recrearon minuciosamente una historia que no sólo es admirable en sí, sino también una nueva e importante mirada a uno de los mitos cinematográficos, la Segunda Guerra Mundial. Así como Zwick nos mostró un capítulo escondido de la Guerra Civil de Estados Unidos con el regimiento de afroamericanos en su película ganadora del Oscar Glory, ahora explora una apasionante realidad que ha sido ignorada por el cine: la valerosa resistencia de aquéllos que se rehusaron a morir sin pelear.

Zwick dice: “La iconografía popular del Holocausto ha sido de persecución. Es importante agregar complejidad a ese concepto, entender que hay una diferencia entre pasividad e impotencia, que el impulso a resistir siempre ha estado presente. Defiance trata de aquellos que se las arreglaron para defenderse, pero también es sobre el conflicto entre el deseo de venganza y el deseo de salvar a otros. Es una historia que nos lleva a preguntarnos, ¿qué habría hecho yo en esas circunstancias? Y de ese modo, creo que se vuelve una experiencia profundamente personal”.
Después de cinco generaciones de vidas salvadas, una historia de valor épico finalmente ve la luz

La historia de los hermanos Bielski, y la comunidad que formaron en los invernales y oscuros bosques de la Europa Oriental ocupada por los nazis, es una de las más cautivadoras, y sin embargo pocos sabían de ella. La primera vez que se supo algo, de manera fugaz, fue en 1944 al finalizar la guerra, cuando la población no judía presenció algo asombroso, casi irreal: más de 1,200 judíos emergieron de pronto desde las profundidades de los bosques. Los lugareños pensaron que eran fantasmas. Se preguntaban cómo unos cuantos habían sobrevivido mientras miles habían sido enviados a los campos de concentración.

Entre murmullos y rumores, comenzaron a surgir piezas de la historia. En una época de creciente antisemitismo, los Bielski crecieron en la granja familiar en Stankevich, en lo que ahora es Bielorrusia, entonces bajo control soviético. Físicamente imponentes y carismáticos, los hermanos Bielski eran conocidos por ser belicosos, rebeldes y por repudiar a las autoridades. Cuando los nazis invadieron la zona en junio de 1941, en un apabullante ataque masivo por aire y tierra, los tres hermanos fueron inmediatamente identificados como potenciales agitadores y marcados tanto por las SS como por la policía local.

A partir de ahí vinieron una serie de devastadoras tragedias para los Bielski: fueron ejecutados sus padres y muchos de sus familiares (incluyendo a la pequeña hija y la esposa de Tuvia) junto con otros 4,000 judíos, en el ghetto de Novogrudok. Para salvarse, los hermanos escaparon hacia los bosques cercanos, un área vasta y espesa que ellos conocían desde niños. Ahí, pudiendo esconderse de sus perseguidores, formaron un grupo de inexpertos partisanos, determinados a luchar contra la ocupación nazi y sus colaboradores. Pero lo que comenzó como una batalla por sobrevivir y una sed de venganza, pronto se convirtió en algo mucho más trascendente, un compromiso por salvar al mayor número posible de judíos, jóvenes y viejos, ricos o pobres. Bajo el liderazgo de Tuvia, esa misión triunfó más allá de lo que cualquiera hubiera podido imaginarse.

Con el tiempo, los Bielski se atrevieron incluso a incursionar en los ghettos, ayudando a escapar a aquellos judíos que esperaban la muerte al ser deportados a los campos de concentración. Después de meses de implacable persecución, a menudo forzados a huir al menor aviso, en una búsqueda interminable por un refugio seguro, fundan una improvisada aldea en el bosque Naliboki, donde viven en refugios subterráneos (conocidos como zemlyankas); con el tiempo, construyen un hospital, un molino, una forja, una panadería, unos baños y hasta un teatro y una sinagoga. En medio de los horrores circundantes, este campamento secreto, lleno de vida, fue llamado “Jerusalén en los bosques”.

Al correrse la voz sobre sus esfuerzos, llegan más refugiados, gente de todos niveles, desde doctores y abogados, hasta granjeros y carpinteros, incluso mujeres que trabajan y pelean al lado de los hombres. Enfrentando adversidades, como desnutrición y enfermedades contagiosas hasta patrullas enemigas y discrepancias internas, aparentan llevar una vida normal que les permita mantener las esperanzas y, aun más importante, su naturaleza humana viva. Los niños van a la escuela, las parejas se enamoran y se casan, jóvenes y viejos contribuyen en lo que esté a su alcance. Y así nace una comunidad.

Mientras tanto, los nazis ponen altos precios a las cabezas de los Bielski, intentan terminar pronto con la historia que inspira a aquellos que buscan una esperanza. La aldea florece. Sus luchadores son parte central para su supervivencia, una improvisada banda que protege a la comunidad a cualquier costo, saqueando aldeas enemigas para conseguir comida, municiones y armas sin las cuales de seguro perecerían. Aunque sus métodos pueden ser extremos y mortales, también son efectivos. El grupo Bielski, conocido por los judíos escondidos en el bosque Naliboki como la “Triada Bielski”, se vuelve la banda partisana judía más grande en la historia de la guerra, causando más bajas alemanas y salvando más vidas judías que ninguna otra. (Se estima que más de 20,000 judíos participaron en grupos partisanos por toda Europa Oriental y, aunque hubo otros que sobrevivieron en bosques, como los Zhukov y Zorin, estos grupos eran considerablemente más pequeños.)

Aún así, al terminar la guerra, la historia de los Bielski casi se pierde en el tiempo. Tuvia y Zus se mudaron primero a Israel y luego a Nueva York, donde llevaron una callada y ordinaria vida trabajando como choferes de taxi y camiones. No querían hablar del pasado, ni siquiera con sus hijos. Sin embargo, otros sobrevivientes comenzaron a contar como habían sido salvados: Sulia Rubin, quien estuvo siempre agradecida por haber sido parte de la comunidad en el bosque, le contó al New York Times en 2000: “Sin los Bielski no hubiera sobrevivido. ¿Eran perfectos? No, todos cometemos errores. Pero ellos son míos, son mi familia, los quiero”.

No fue sino después de la muerte de Tuvia, en 1987, cuando los investigadores comenzaron a explorar la historia de nuevo, que la historia fue mejor conocida. La más destacada investigadora fue la doctora Nechama Tec, profesora emérita de sociología de la Universidad de Connecticut, quien en 1993 publicó su galardonado libro Defiance: The Bielski Partisans. Las extensas entrevistas que condujo Tec con los sobrevivientes produjeron el primer panorama real de su increíble experiencia. The Los Angeles Times llamó al libro “una de las más elevadas e inspiradoras historias en la crónica de muerte y desesperación que fue el Holocausto”.

Cuando el guionista Clayton Frohman leyó el libro de Tec, quedó asombrado de que esta historia sobre la tenaz resistencia judía no fuera más conocida. La gente ha oído de la desafortunada insurrección del ghetto de Varsovia y de rescatadores no judíos como Oskar Schindler, pero no había ninguna otra presencia de resistencia judía.

“Crecí en la tradición judía, leí mucho sobre el Holocausto, y mi padre fue un soldado estadounidense en la Segunda Guerra Mundial, y creí que había escuchado muchas historias interesantes de esa época. Pero nunca oí hablar de los Bielski”, recuerda Frohman. “Sentí de inmediato que era necesario contar esta historia, de gente que contraatacó, que no se sometió. Toda mi vida había oído de judíos que fueron víctimas, indefensos, resignados, condenados. Y esa era la intención de los alemanes. Y casi lo consiguen. Lo que hace a esta película tan importante para mí es que cuenta el otro lado de una historia que casi se pierde”.

Durante un partido de los Dodgers, Frohman le prestó el libro de Tec a un buen amigo, Edward Zwick. “Como director, Ed tiene la habilidad de combinar lo íntimo y lo épico, de mezclar el más profundo estudio del personaje con la intensidad de los riesgos de vida o muerte. Para nosotros, ésta fue una oportunidad de hacer la clase de drama épico que rara vez se concreta hoy día”.

Una simple lectura fue todo lo que necesitó Zwick para entender la pasión de Frohman por la historia, y decidió hacer todo lo posible para llevarla a la pantalla.

“Uno de los grandes impulsos humanos es el de dar testimonio, de mantener los recuerdos vivos”, dice Zwick. “Con Defiance quise crear un entretenimiento rico y emocionante, pero también sentí la obligación de ser fiel a los que lo vivieron. No es sólo una historia emocionante, también es una historia que instiga muchas preguntas, provocando a la audiencia a pensar en qué hubieran hecho ellos en ese momento, y también a entender cómo se relaciona con el mundo de hoy. Desafortunadamente, en estos tiempos modernos, todavía presenciamos los horrores del genocidio en Bosnia o Darfur”.

Concentrando años de pelea, construcción y sobrevivencia en un guión firmemente estructurado

El proceso de escritura de Defiance, tomando la saga de la vida real de los partisanos Bielski y creando una narrativa fílmica, fue considerado larga y cuidadosamente. El guión pasó por muchas repeticiones.

“Escribir esta película siempre fue un acto de fe”, dice Clayton Frohman. “Nunca imaginé que un día acabaría en Vilna, donde nació mi abuelo, haciendo esta película con un reparto tan estupendo. Para mí fue realizar un sueño de toda mi vida”.

Uno de los retos más grandes de recrear esta historia fue encontrar una manera de concentrar tres años de extenuante lucha, rivalidad fraterna y adversidades físicas en una película de dos horas. Aún poniendo extremo cuidado a los sucesos reales, Edward Zwick comenta que nunca estuvo interesado en hacer un documental. “Siempre la vi como una apasionante historia de personas que se las arreglan para seguir siendo humanos en las más horrendas circunstancias. Quería que el público estuviera al filo de sus asientos. Y para poder lograr esto, no censuramos la historia ya que la emoción estaba ahí, en el relato real”.

De cualquier forma, Zwick no quería encubrir la violencia con la que actuaron los partisanos en nombre de la supervivencia. “Los Bielski no eran ningunos santos”, declara Zwick. “Eran héroes con fallas, lo cual los hace más reales y fascinantes. Y creo que también encontramos algo inesperado y magnífico en ellos. Al crecer su comunidad, fueron forzados a convertirse en líderes verdaderos, a tomar grandes responsabilidades y descubrir sus valientes personalidades. Enfrentaron muchos dilemas morales que la película busca dramatizar: ¿Tiene uno que convertirse en monstruo para combatir a monstruos? ¿Tiene uno que sacrificar su humanismo para salvar a la humanidad?”

Otros aspectos fueron de naturaleza más íntima. “Aun en los tiempos más difíciles, especialmente en tiempo de guerra, el amor y el anhelo siguen presentes. Gente que ha perdido todo necesita aun más consuelo y compañía”, dice Zwick. Aquellos que han perdido a sus seres queridos buscan ser confortados. Los concepto de la “esposa del bosque” y “esposo del bosque” se afianzan las relaciones se formaron lo mismo por sentido práctico que romántico. “Muchos de ellos no sabían dónde estaban sus parejas, o si aún vivían. Fue algo humano lo que acercó a uno con el otro,” dice Zwick. “Vemos este sentimiento en la relación entre Zus y Bella”.

Para Zwick, capturar la realidad visceral de lo que puede haber sido el “ser cazado” fue determinante para la película. “Sentía que era importante para el público entender qué se sentiría estar en esa situación. Que sería para la gente acostumbrada a la vida urbana el vivir de manera dura y sucia, soportar frío y hambre, estar constantemente asustado y permanecer escondido, y así descubrir su naturaleza más primitiva y esencial”.

El hecho de que, aun bajo tal presión, tanta gente se sobrepusiera a esas condiciones y descubriera la compasión y el valor inesperadamente, también está acentuado en el guión. De hecho, Zwick piensa que el personaje más importante de la película no es alguien en especial, sino la comunidad completa. “Tuvia, Zus y Asael son fuertes por sí solos, pero el grupo es quien los hace invencibles, la comunidad es un personaje que empieza a expresar su propia voluntad e identidad; se desarrolla una fascinante dinámica entre la expresión de las necesidades individuales y la supervivencia del grupo entero”.

El productor Pieter Jan Brugge, nominado al premio de la academia por The Insider y quien trabajó con Zwick en Glory, percibe una alusión a los westerns estadounidenses en ese tema. “Hay algo en la historia que tiene elementos de las películas de John Ford, la idea de que no eres sólo un individuo aislado, sino que es importante también en donde te encuentras en relación con los demás y tu comunidad. Creo que es una historia que continúa teniendo gran resonancia en nuestros días porque todos queremos ser parte de algo más grande de lo que somos estando solos”.

Brugge quedó impresionado por el guión de Zwick y Frohman: “Fue una lectura estimulante que tenía elementos de gran escala y alcance, pero al mismo tiempo, una intimidad emocional verdadera. Tiene una riqueza que difícilmente se encuentra hoy día”.

También sintió una afinidad entre Zwick y el material en un modo que no había presenciado antes: “Creo que en muchos sentidos es la película más personal de Ed, y eso me emocionó, porque siento que puedes hacer mejor tu trabajo como productor sólo si el director tiene un visón clara y siente la necesidad de contarle al mundo esta historia en particular. Ed puso eso en Defiance”.

Forjando una hermandad desde el casting

Los Bielski son, de muchas maneras, los típicos hermanos, cariñosos pero competitivos, leales pero extremadamente individualistas. Zwick esperaba que esa dinámica surgiera entre los actores.

“Daniel y Liev desarrollaron una relación competitiva, cariñosa y bromista fuera de la pantalla, lo que aportó un humor inesperado y que se siente en las escenas en las que están juntos. Daniel y Jamie también se volvieron muy cercanos, siendo Daniel el mentor, el hermano mayor, delante y detrás de las cámaras”.

La película realmente empezó a tomar forma una vez que Craig acepto el papel de Tuvia, el hermano que tomó el liderazgo de la comunidad del bosque. Craig es mejor conocido por su aclamada interpretación como 007 en las últimas entregas de la querida franquicia Bond, pero también ha realizado una gran variedad de interpretaciones con buenas críticas en películas como Layer Cake y Munich. Fue la amplitud de sus habilidades lo que atrajo a Zwick.

El director comenta: “Daniel es en el fondo un hombre modesto, pero enérgico. Se burla de él mismo pero al mismo tiempo proyecta un verdadero sentido de poder. Es una persona entrañable, pero no lo hace evidente en el acto. También es físicamente imponente, y lo que dijeron todos los que conocieron a Tuvia Bielski es que era fuerte y carismático. Y aunque ahora Daniel es una gran estrella de cine, siempre será un gran actor”.

Fue habilidad de Craig crear a un hombre de acción que cuestionara sus acciones. El hijo verdadero de Tuvia, Mickey, dijo de su padre: “Era un hombre de contradicciones. Siempre lo vi como un hombre que conjuntaba gran fuerza y bondad, esas cualidades eran igual de importantes en él como hombre, y creo que siempre estaban en guerra”.

Craig ve a Tuvia como un héroe accidental, un hombre orillado a convertirse en algo más grande debido a las más terribles circunstancias, pero también lo ve como representante de muchos otros que no sobrevivieron.

“Me fascinó desde el principio la habilidad de Tuvia para la acción, y su disposición para arriesgarse por los demás, pero también creo que no era muy diferente de muchos hombres de su tiempo. El tuvo éxito y sobrevivió, y ahora podemos contar su historia”.

A Craig lo emociona la elección de Tuvia de salvar a otros en lugar de buscar revancha. “Tomar esa decisión, decir, ‘…bueno algo se tiene que hacer y yo soy la persona para hacerlo’, para mí, es alucinante. Es evidente que algo en el era muy vital y que le afectó la tragedia que le rodeaba, por lo que tuvo que encontrar una manera de controlar la situación, y ese fue el mayor reto para interpretarlo”.

Y agrega: “Para Tuvia, la motivación era no sólo defenderse, sino crear una comunidad y una familia. Esto se volvió su razón para sobrevivir. Ese es para mí, el gran tema de la película”.

La admiración de Craig por Tuvia es evidente, y sin embargo su actuación se oscurece por los conflictos y defectos del personaje, incluyendo su tendencia a gobernar con mano de hierro. “Fue un verdadero dictador en el campamento, aunque sus reglas hayan ayudado a sobrevivir a los demás, también genera preguntas interesantes. Manejaba las cosas de modo muy agresivo, y no puedes defender algunas de las cosas que hizo, aunque tal vez puedan entenderse por las circunstancias que lo rodeaban”.

Tuvia tenía un lado tierno escondido, aunque sólo lo mostraba en su relación con su “esposa del bosque” Lilka, a quien le demuestra cierta confianza. “Tuvia no busca el amor”, explica Craig sobre la reticencia inicial a la intimidad del personaje, “y así, cuando Lilka entra en su vida, realmente se sorprende… lo cual lo vuelve más romántico de cierta manera. En la vida real, Tuvia y Lilka permanecieron juntos hasta la muerte, lo cual es sorprendente. Creo que en una situación así, tu pareja se vuelve más que tu amiga o tu amante, se vuelve alguien que te hace más humano y que impulsa tu instinto de supervivencia a altos niveles”.

Si la fuerza y sensatez de Tuvia lo llevan a ser un líder natural, el carisma y volatilidad de su hermano menor Zus, lo convirtieron en el perfecto hombre de acción. Zwick siempre vio la transformación de Zus, de la furia al compromiso, como uno de los temas centrales de Defiance: “A veces la gente encuentra su verdadera personalidad en las peores circunstancias, y Zus es alguien a quien estos terribles momentos lo liberan. En lugar de vivir el resto de su vida sintiendo rabia y agravio, encuentra una manera de expresarse en la violencia, y Liev retrata todo esto con gran profundidad y emoción”.

Scheriber ha ganado un premio Tony como actor de teatro y es un versátil actor de cine cuyos papeles van de Love in the Time of Cholera a X-Men Origins: Wolverine. Se acercó al personaje al explorar los grandes contrastes entre Zus y Tuvia. “Zus es alguien siempre dispuesto a pelear. Comienza creyendo que lo más importante es que alguien pague por la pérdida de su familia y por los sufrimientos pasados”.

Con el tiempo, el deseo de pelear de Zus lo aleja de su familia y amplía la historia incluyendo los campos de partisanos rusos. Y aunque abandona su oportunidad de vengarse de los alemanes, Zus encuentra inesperados prejuicios. “Son tiempos extraños para Zus”, dice Schreiber. “Poco a poco comienza a darse cuenta de que su hogar es donde están sus hermanos y que su lugar esta con su familia”.

Con su a veces incontrolable pasión y disposición a la violencia, Zus puede ser una figura controvertida, pero Schreiber nos advierte no juzgar al personaje desde la perspectiva de nuestra vida moderna.

“En la guerra no hay moral, y contra eso estaban todos los partisanos, Zus, Tuvia y algunos aliados. El horror y la pena que sufrió esta gente para sobrevivir serán parte de la historia así como su heroísmo.

La intensidad del papel fue rota gracias a la amistad que desarrollaron fuera de cámaras él y el resto del elenco. “Ensayamos mucho y Daniel fue muy divertido, esa es la mejor parte cuando tienes un conjunto de personas con las que compartes ideas. El personaje de Zus creció conforme avanzábamos, y fue muy placentero”.

En el papel del tercer hermano Bielski, Asael, esta Jamie Bell, el joven actor inglés que iluminó la escena con su actuación en el papel principal en Billy Elliot, a quien más recientemente vimos en la película independiente Mr. Foe y en el thriller de ciencia ficción, Jumper. A Bell le encantó el realismo de las relaciones entre hermanos en Defiance. “Tuvia y Zus siempre están peleando y Asael está todo el tiempo en medio, lo cual pasa en las familias a menudo”, nos explica Bell, “me gustó que Asael esté tan orientado en unir a la familia, en la lealtad y que se desarrolle, de ser el de en medio hasta convertirse en sí mismo”.

Asael también ayuda a Tuvia a aceptar su responsabilidad con el grupo. “Asael idolatra a su hermano, como hacen muchos hermanos menores, pero cuando lo ve dubitativo, tiene la fuerza para acercársele y decirle ‘Tienes que enfrentarte a esto. Necesitas ser más honesto, y volverte la persona que prometiste que serías”.

Bell nos dice que lo que ayudó en sus actuaciones fue una química instantánea. “Fue fascinante ver lo rápido que Liev, Daniel y yo desarrollamos la dinámica de hermanos. Hasta en los descansos en el set, Daniel tenía esa actitud de hermano mayor conmigo. Y para mí fue fácil verlo de esa manera. Es un gran actor, y al parecer su nueva fama no le afecta, y es un tipo que está en la cúspide de su carrera, misma que ha manejado de manera brillante. Lo que pasa es que está enamorado del cine”.

Como sus hermanos, Asael encuentra casualmente una “esposa del bosque”. “Una de las cosas interesantes sobre Asael es que él empieza siendo muy ingenuo y sintiéndose muy incómodo con las mujeres, lo cual hace su acercamiento al matrimonio tan dulce”.

Bell disfrutó ser parte del elenco, cada día en el set era más familiar, y no sólo los actores principales, también los lituanos que hacían los papeles pequeños, los extras. “Todos estaban totalmente dedicados y trabajaron muy duro, te daba la impresión de estar en la Triada Bielski real”.

Y, como dice Bell, había una gran diferencia: “Cada noche regresaba a mi hotel, me tomaba un baño caliente y pensaba, esta gente nunca tuvo la oportunidad de hacer esto. Siempre estaban en el frio y la humedad, en la nieve y el lodo. Estuvieron ahí siempre pensando en la salvación. Y eso puso en una perspectiva real cualquier adversidad que pudiéramos tener”.
La vida en los bosques: las “esposas del bosque” y los aldeanos

En el bosque, los Bielski comenzaron una vida imprevisible y peligrosa que sin embargo se convirtió en algo enriquecedor que no esperaban. Al crecer la aldea, acogiendo no sólo combatientes sino maestros de escuela, doctores, niños y ancianos, se encontraron dirigiendo una aldea con diversidad, que a pesar del peligro constante se llena de vida.

Como muchos otros en el bosque, cada uno de los Bielski conoce a una mujer que le causará un profundo efecto en su vida. Para Zwick, la elección de estas “esposas del bosque” fue tan esencial como la de los mismos hermanos. Para interpretar a la esposa de Tuvia, Lilka, una mujer sofisticada que estudió música en la universidad, pero que descubre su lado fuerte e independiente en el campamento, se escogió a Alexa Davalos, la prometedora actriz vista recientemente en Feast of Love de Robert Benton y en The Chronicles of Riddick.

Zwick nos habla de Lilka: “La suya no es una historia de amor convencional porque creen que las actividades que realizan ahora son más importantes que sus sentimientos. Pese a esto, las escenas entre Daniel y Alexa son bellas por la manera en que él se resiste a los avances de ella, y cómo finalmente se rinde ante la necesidad de establecer una conexión”.

Davalos fue atraída inmediatamente hacia el papel de Lilka por su profunda fuerza interior. “Creo que es su capacidad de resistencia lo que atrae a Tuvia hacia ella. Pelea por sus creencias, lo cual era una cualidad rara en una mujer de ese tiempo, y es algo que ambos tienen en común”. Las escenas en las que Lilka y Tuvia yacen en su cama de paja, lejos de la violencia y el terror que los rodea, son para Davalos las que le dan a la película el humanismo que la hace ser más que una simple historia de guerra. “Daniel y yo hablamos mucho sobre como representar la relación, y entonces nos lanzamos. Él es muy abierto y libre. Creo que son los momentos como estos, los que pasan en la vida normal, los que dan a la película la alegría central. Esta no es un película sobre la muerte sino sobre la supervivencia”.

Otra extraordinaria joven estrella que se unió al elenco de Defiance es Mia Wasikowska en el papel de Chaya, una chica citadina que conquista el corazón de Asael mientras se esconden durante días en un sótano. Para preparar el papel, Wasikowska, actriz australiana que recientemente ofreció una gran actuación como una atribulada joven gimnasta en la serie de HBO In Treatment, hizo investigación histórica, leyó libros, vio películas y estudió la cultura judía de Europa Oriental. “Aprendí mucho al hacer esta película. Realmente me abrió los ojos”, dijo.

Junto a Chaya, escondida también en el sótano, estaba Bella, quien acaba relacionándose con Zus y lo ayuda a cambiar sus perspectivas de modo significativo. Para interpretarla, Zwick escogió a la galardonada actriz danesa Iben Hjelje, conocida por su papel en High Fidelity al lado de John Cusack. Como sus colegas de elenco, a Hjelje la cautivó la historia de Defiance. “Una de las cosas que me parecieron más interesantes fue como todo se desarrolla en ambientes naturales. Piensas en lo difícil que sería vivir en los bosques, y de algún modo debe haber sido estimulante estar ahí. Porque si ibas a morir, y ellos sabían que podían morir, creo que todos creían que sería mejor morir en libertad en medio de la naturaleza”.

La aldea cobra aún más vida gracias a un conjunto diverso de papeles secundarios. Dos de los más intrigantes son Shimon Haretz e Issac Malbin, intelectuales entregados a una disputa existencial sobre la vida espiritual opuesta a la secular, argumento que continúa incluso en medio de la batalla.

Shimon, hombre profundamente religioso y antiguo maestro de Tuvia, personifica otro de los temas centrales de la película: la búsqueda por entender el lugar de Dios en un mundo de tal sufrimiento y destrucción. El papel es interpretado por Allan Corduner, actor británico de teatro y cine, mejor conocido por su actuación en Topsy Turvy de Mike Leigh. Para él, el papel era muy especial porque su abuelo murió en Auschwitz. “Sucesos como este han pasado muchas más veces de lo que reporta la historia. Ha habido muchos actos de rebeldía, y por eso era importante para mí que se contara esta historia. Disfruté como manejaron el guión para darle fuerza sin ser sentimental. No se cuenta todo, lo que permite a la audiencia hacerlo personal”, dice Corduner.

Después de encontrarse con Zwick, Corduner supo que quería hacer la película. “Pensé, este es un director lleno de energía, intelecto, pasión y emoción y lo demuestra todo. Será emocionante hacer algo como esto con él, pensé”.

También fue atraído por la relación entre Shimon y Tuvia. “Estos dos comparten momentos profundos. Todo está hecho de una manera nada sentimental, a veces hasta cómica, sin embargo, estos hombres compaginan; conectarse y reconfortarse como lo hacen es conmovedor”.

Al lado de Shimon está su amigo Isaac Malbin, interpretado por Mark Feuerstein, de The West Wing y What Women Want. Dice: “Shimon y Malbin son como Estragon y Vladimir en Esperando a Godot. Representan una dialéctica central en la vida judía intelectual: mentes brillantes intentando confrontar el sobrecogedor horror que está pasando. Y tienen una relación como la de cualquier otra familia judía, en donde los gritos, altercados y discusiones son una forma de amor. En resumen, se mantienen vivos uno al otro discutiendo”.

Y continua: “Lo más duro para ellos es que en el mundo real se sentían valiosos. Eran pensadores que podían ayudar a los demás a entender el universo. Pero en el bosque, esto no tiene valor.

Ahí se necesitan hombres que puedan construir algo y saber usar armas, y ellos tienen que redefinirse, tienen que aprender a trabajar con las manos, a pelear y a hacer lo que sea por sobrevivir”.

Recreando el campamento Bielski en los bosques de Vilna

Edward Zwick supo desde el principio que Defiance iba a requerir de una producción compleja para poder capturar completamente la escala y los matices de esos tiempos tan terribles. Desde coreografiar la acción hasta el diseño de sets y vestuario para capturar la acción en cámara, el proceso sería épico. Fue el compromiso colectivo de todos: director, productor, actores principales y secundarios, jefes de departamento y el personal, lo que hicieron posible la película. Zwick se rodeó de un consagrado equipo artístico, habiendo trabajado con la mayoría antes, incluyendo al director de fotografía, dos veces nominado al Oscar, Eduardo Serra, el diseñador de producción Dan Weil y la diseñadora de vestuario, ganadora del Oscar, Jenny Beavan.

“Ed reunió casi a todo el equipo que trabajó en Blood Diamond, incluyendo a Dan Weil y Eduardo Serra, ambos, artistas de extraordinario talento”, dice el productor Pieter Jan Brugge. “Los intensos sentimientos de la película surgen no sólo por las actuaciones, sino también por la acumulación de variados detalles: el vestuario, la utilería y el diseño, que ayudan al espectador a adentrarse en un mundo que no habían visto antes”.

La primera interrogante fue ¿dónde rodar la película? Como Bielorrusia es ahora una dictadura, filmar ahí no era una opción. Por eso, después de una búsqueda en los países aledaños, Zwick y su equipo creativo se decidieron por Vilna, en Lituania, que ofrecía paisajes verdaderos y una pequeña pero entusiasta comunidad fílmica.

“Los bosques de Lituania son extraordinarios”, dice Brugge. Una vez que los vimos, supimos que no encontraríamos un lugar mejor para la película. Y fue de mucha ayuda que pudiéramos usar estas locaciones a menos de una hora de la ciudad”.

La ciudad también presenta muchos recuerdos desgarradores de lo que los judíos de Vilna vivieron cuando las tropas alemanas entraron en junio de 1941, matando a 21,000 personas y hacinando a los sobrevivientes en dos ghettos prisión en el barrio judío. En 1943, el ghetto fue liquidado y los que aún vivían ahí fueron enviados a campos nazis en Estonia y Polonia, o asesinados y enterrados en fosas comunes en los bosques cercanos. De una comunidad judía en Vilna, estimada en 60,000 habitantes, sólo quedan unos cuantos; sin embargo, los sobrevivientes estaban muy emocionados por la película. Varios de los que fueron refugiados en los bosques visitaron el set y se maravillaron por su autenticidad. Algunos incluso participaron como extras.

“Fue emocionante para nosotros estar en un lugar en donde ocurrieron estos eventos; puedes sentir los fantasmas. Sientes la presencia del pasado a tu alrededor y quieres serle fiel. Quieres evocar ese espíritu y ayudar a mantenerlo vivo, creando una historia que tal vez pueda ser contada a las futuras generaciones. Al trabajar con Serra, quien ha recibido dos nominaciones al premio de la academia por su trabajo en las películas de época Girl with a Pearl Earring y The Wings of the Dove, Zwick quería que el estilo visual enfatizara un sentido de visceral inmediatez, más que de historia. Queríamos que la audiencia sintiera que estos acontecimientos pasaban en el momento. No buscábamos que se viera muy antigua o muy moderna o reluciente y que distrajera de la historia, la tenue luz del norte nos dio una luz mesurada que enfatizaba la oscuridad de los bosques, la humedad del musgo, la ausencia de cielo, en resumen, lo que se sentiría estar meses en ese lugar”.

Se necesitaron muchas horas de revisión en los archivos rusos de fotografías, que rebosaban de imágenes increíbles de los partisanos locales que se las arreglaron para documentar sus experiencias. “Había tantas imágenes provocativas, no sólo de Bielorrusia, sino de Lituania, Ucrania, Polonia. Fue todo un descubrimiento”, recuerda Zwick.

Aunque querían un sentido moderno de la acción, Serra y Zwick se resistieron a hacer movimientos de cámara muy estilizados, para mantener el enfoque en la historia y los personajes. “A veces necesitas dejar que la historia se cuente sola y hacerte a un lado”, dice Zwick. “Nos sentíamos muy humildes frente a las vidas de estas personas cuya historia deseábamos contar y honrar”.

Un sentimiento parecido impulsó el trabajo de Dan Weil, cuyos créditos recientes incluyen diseños memorables para Syriana y The Bourne Identity. Él mismo construyó la aldea del bosque a mano, clavo por clavo, justo como la Triada Bielski lo hizo décadas antes, incluso cavando los refugios subterráneos (zemlyankas), en donde dormían en literas de paja.

“Dan literalmente salió a cortar madera y a construir cosas como lo hubieran hecho en eso tiempos en el bosque” dice Brugge. “Todo para dar al público la experiencia que sintieron los que vivieron esos tiempos”.

La diseñadora de vestuario Jenny Beavan, ocho veces nominada al premio de la academia y ganadora en dos ocasiones, por el clásico de Merchant-Ivory, Room With a View, enfrentó los mismos retos al hacer su trabajo, ya que intentó darle carácter al vestuario para que pareciera más que simples harapos. Zwick dice: “Jenny fue capaz de, con un pequeño presupuesto, dar un sentido a la vida de cada persona que llegó al bosque, de los que ya se encontraban ahí y de cómo se adaptaron a vivir en esas nuevas circunstancias”.

El vestuario de Bevan ayudó al elenco a trabajar sus personajes. Dice Alexa Davalos: “Jenny es una artista que realmente entiende que lo que le da al actor es una segunda piel, y que su ropa se siente auténtica hasta los puños. En el caso de Lilka, pueden ver, por su atuendo, un poco como era ella, aun cuando ahora use saco de hombre, pantalón y cinturón. Su vestuario fue un verdadero regalo para nosotros”.

Filmada casi completamente en exteriores, la producción enfrentó muchas dificultades, desde la lluvia congelada del Báltico, hasta la espesa nieve y el frío de las tierras bajas de Lituania. Aunque ni el elenco ni el equipo se quejaron. En vez de eso, todos concordaron en cuán asombrosa había sido la resistencia de los personajes verdaderos y el sentir, sólo por un momento lo que ellos atravesaron para sobrevivir, los mantuvo motivados.

Brugge resume: “Lo que vivimos como elenco y equipo sólo puede aproximarse de manera mínima a lo que vivió esa gente huyendo en los bosques por años. Para cada uno de nosotros fue muy una experiencia de humildad el entender cómo debió haber sido todo y cuán significativo es que hayan sobrevivido para contar la historia”.

La música de Defiance

El toque final para crear el mundo de Defiance fue la música. “A veces pienso en dirigir una película en términos musicales“, explica Zwick. “Para mí, la película tiene pasajes que son allegro, andante y adagio. Hay un ritmo en la historia, especialmente al tratar de darle a la audiencia el tiempo de experimentar algo en su totalidad antes de pasar a lo siguiente”.

Esa musicalidad se refleja en la sobria y apremiante partitura de James Newton Howard, siete veces nominado al Oscar, quien se reúne de nuevo con Zwick después de trabajar juntos en Blood Diamond. Howard y Zwick decidieron reclutar al joven y dinámico violinista Joshua Bell para tocar los acechantes y evocativos solos de la partitura, en parte como tributo a los muchos artistas que murieron en Europa. “Quería una música que fuera no sólo históricamente apropiada, sino también emocionalmente apropiada. El sonido del violín es clave en la cultura judía de Europa Oriental; es el sonido de lo que se perdió. Y por eso se volvió una pieza central, con el resto creado alrededor de este” dice Zwick.

Zwick y Howard comenzaron a hablar de la música desde que comenzó el proceso. “Fue un gran placer ver a James luchar con los temas, me maravillé mientras la partitura crecía. James es muy prolífico pero muy autocrítico. Las melodías fluyen de él pero nunca está satisfecho. Probablemente descartamos la misma cantidad de música que la que usamos al final” dice Zwick.

Como él director, a Howard le afectó la historia de manera personal. “Ha sido una experiencia muy conmovedora, y un verdadero placer para mí, el escribir esta partitura. Mi padre era judío, así que llevo en mí un alma judía que sale con la música”.

Disfrutó enfocarse en la versatilidad musical del violín. “El violín puede expresar el rango completo de las emociones humanas. Puede ser alegre y festivo o puede sonar como un lamento o un llanto. Y puede expresar un gran anhelo y pérdida, lo cual tiene gran fuerza en esta historia. El violín es tan emocional que hubo que restringir la música para no caer en sentimentalismos. Usé un acercamiento minimalista, con las melodías de la partitura enraizadas en armonías simples”, dice Howard.

Disfrutó especialmente el trabajar con el violinista Joshua Bell, quien realizó un trabajo similar en la película ganadora del Oscar The Red Violin. Bell dice: “No hago mucha música para películas, pero esta historia era tan interesante que decidí hacerla. Tengo raíces judías, de hecho mi abuela vivió muy cerca del lugar donde se vivieron los hechos, y me sorprendió mucho no haber oído nunca esta historia. Me abrió los ojos, y cuando me enviaron algo de la música de James Newton Howard, acepté encantado formar parte del proyecto”.

Bell está de acuerdo en que el violín se ajusta a los personajes de Defiance en su fuerza y pasión. “El violín es clave en la tradición judía europea y es también un sonido que va directo al corazón. En lo que James y yo trabajamos fue en encontrar el tono correcto, poderoso pero no melodramático”. Howard se emocionó por la manera en la que Bell consiguió eso. “Es uno de los más grandes violinistas vivos y siento que él tomó la partitura y la mejoró mil veces”, dice el compositor.

Cuando la partitura estuvo completada, siguió siendo un sutil guía en la construcción de la música a lo largo de la película. El editor, tres veces nominado al Oscar, Steven Rosenblum, explica: “James Newton Howard usa su música como un bisturí, en lugar de una espada, que es justo lo que la película pide. Ed y yo adoramos tanto su música que tal vez la hubiéramos sobreexpuesto si James no se hubiera resistido. Él insistió que esta película tenía sus propios ritmos a los que la música tuvo que ser fiel”.
Un legado perdurable para la próxima generación Bielski

A lo largo de la producción, Zwick mantuvo una relación cercana con la extensa familia Bielski, especialmente la primera generación, los hijos de Tuvia y Zus, para quienes la película se convirtió en una oportunidad de preservar el legado de sus padres para las generaciones futuras.

Para la familia Bielski, ha sido toda una lucha el que la historia de sus padres sea contada. Recuerdan que, de jóvenes, tuvieron que investigar con tenacidad para obtener pequeños detalles de lo que pasó antes de que ellos nacieran. Mickey Bielski, el hijo mayor de Tuvia, recuerda que fue otra gente la que le mencionó por primera vez la increíble historia del pasado secreto de su padre: “En realidad escuché a otros sobrevivientes hablar del asunto antes que a él (su padre). De pronto, alguien decía algo como ‘Tu padre me salvó la vida’. No tenía idea de que estaban hablando, pero cierto es que avivaron mi curiosidad”.

Como muchos sobrevivientes del Holocausto, a Tuvia Bielski le era difícil hablar del pasado y en lugar de eso se enfocó en crear un mejor futuro para sus hijos en Estados Unidos. Dice Mickey: “Creo que mis padres sólo querían ser ciudadanos normales, ocupándose de su familia, pero todos comenzamos a darnos cuenta de que tenían una historia especial”.

Fueron los niños los primeros en alentar a sus padres a abrirse, aunque nunca fue fácil. Otro hijo de Tuvia, Robert Bielski recuerda: “MI padre se ponía muy emotivo cuando contaba historias de esos días, y entre más envejecía, más emocionado se ponía. Así que era difícil escuchar las historias completas. Comenzaba muy bien, entonces la historia le pegaba y ya no podía continuar”.

Así, el interés de los niños crecía. “Una vez que se dieron cuenta de cuán importante era para nosotros saber, empezaron a contarnos la historia y nos quedamos asombrados. Y aún sigo estándolo”, dice Ruth Bielski, la hija de Tuvia.

Zvi Bielski, uno de los hijos de Zus, recuerda que su padre era mas comunicativo que su taciturno tío. “Siempre hizo énfasis en cómo se vengaron de los nazis. Estaba muy orgulloso de eso, pero más lo estaba de toda la gente que salvaron. El verdadero legado de los Bielski es toda la gente que está viva”.

Para los hijos Bielski, la idea de una película era muy emocionante, no porque tratara sobre sus padres, sino porque significaba que esta historia vital no moriría con sus recuerdos. Ruth Bielski dice: “Mi padre supo siempre que la historia no sería contada mientras el estuviera vivo. Es un poco doloroso que se haya ido, pero creo que esta película le hará justicia y honrará sus recuerdos. La responsabilidad de pasar la historia a nuestros hijos es nuestra, y debemos esperar que ellos la cuenten a sus hijos. Creo que esta película asegurará que eso pase”.

Robert Bielski recuerda que cuando Edward Zwick se reunió con la familia en Nueva York redondeó sus esperanzas. “Nos ofreció su visión de cómo sería la película, y sentimos que había dado en el clavo: el sentido de lo que significaba en verdad la historia, de quienes fueron en realidad los hermanos Bielski. También entendió el enorme significado que representaban 1,200 personas saliendo de los bosques que continuaron y crearon cinco generaciones más”.

Sobre los realizadores

Edward Zwick (director, escritor, productor), nacido en Winnetka, Illinois, empezó a dirigir y actuar en la preparatoria, y comenzó como aprendiz de dirección en el Academy Festival de Lake Forest. Mientras estudiaba literatura en Harvard, siguió escribiendo y dirigiendo teatro. Después de graduarse, le fue otorgada la beca Rockefeller Fellowship para estudiar en Europa con alguna de las compañías teatrales más innovadoras.

Zwick fue aceptado como director asociado en el American Film Institute en 1975. Su corto para la AFI, Timothy and the Angel, ganó el primer premio en el Chicago Film Festival de 1976, lo que atrajo la atención de los productores de la premiada serie de televisión Family. Posteriormente se convirtió en uno de los directores.

Por su trabajo en la película para televisión Special Bulletin (donde dirigió, produjo y coescribió el guión), Zwick recibió dos premios Emmy. También marco el inicio de su colaboración con Marshall Herskovitz, con quien creó la serie ganadora del Emmy Thirtysomething. Juntos crearon The Bedford Falls Company, para desarrollar proyectos de cine y televisión, incluyendo las aclamadas series My So-Called Life, Relativity y la ganadora del Emmy y el Golden Globe Once and Again.

Zwick comenzó su carrera en el cine dirigiendo About Last Night y siguió hasta dirigir películas ganadoras del Oscar como Glory y Legends of the Fall. Zwick también dirigió las películas Courage Under Fire, The Siege, The Last Samurai, y Blood Diamond. Zwick y Herskovitz produjeron las películas I am Sam y Traffic, ganadora de dos Golden Globes y cuatro premios de la Academia.

Zwick ha sido premiado con tres premios Emmy, el Humanitas Prize, el Writer`s Guild of America Award y el Franklin J. Schaffner Alumni Award del American Film Institute. Recibió un Oscar como productor por Shakespeare In Love, Mejor Película en 1999.

Clayton Frohman (escritor / coproductor) nació y creció en Chicago. Estudió en la Washington University en St. Louis. Después de trabajar como periodista para el St. Louis Post-Dispatch y Rolling Stone cambió a escribir películas incluyendo Under Fire, The Court-Martial of Jackie Robinson y The Delinquents. Vive en Los Ángeles.

Pieter Jan Brugge (productor) nació en Deventer, Holanda, y estudió cine en la De Nederlandse Film & Televisie Akademie en Amsterdam. Después de graduarse obtuvo la beca del Ministerio de Asuntos Culturales de Holanda para seguir sus estudios en Estados Unidos. Fue aceptado como productor asociado por el American Film Institute, donde consiguió la maestría en Artes, con especialidad en producción fílmica en 1980.

Brugge empezó su carrera como productor con la película holandesa De Afstand dirigida por Jean van de Velde. Fue coproductor de la película de Edward Zwick Glory, que ganó tres premios de la Academia, y produjo la sátira política de Warren Beatty Bulworth. Hizo la producción ejecutiva en la película de Michael Mann, Heat, lo que lo llevó a producir Miami Vice y The Insider, que fue nominada para siete premios de la Academia, incluyendo Mejor Película, en 1999.

En 2004, Brugge dirigió, produjo y coescribió The Clearing, con Robert Redford, Helen MIrren y Willem Dafoe.

Defiance es su segunda colaboración con Edward Zwick.

Marshall Herskovitz (productor ejecutivo) es un escritor, productor y director en Los Angeles que ha ganado muchos premios por su trabajo en cine y televisión. Nacido en Filadelfia, estudió en Brandeis University y después se mudó a Los Angeles en 1975, donde asistió al American Film Institute y conoció a quien ha sido por años su socio creativo, Edward Zwick. En los años que siguieron, ayudó a crear series como Thirtysomething, My So-Called Life, y Once and Again. Entre las películas que ha producido están Legends of the Fall, Traffic, I Am Sam, The Last Samurai y Blood Diamond. También dirigió Jack the Bear y Dangerous Beauty.

En 2007 Herskovitz se cambió al internet con Quarterlife, la innovadora red social en línea dedicada a la actividad artística de los veinteañeros. A menos de un año de su lanzamiento, este sitio web se ha convertido en un destino internacional con miembros en 60 países, y la serie es el tercer programa más exitoso en la historia de internet. Hershovitz es un ambientalista de toda la vida, ha trabajado como ejecutivo en varias organizaciones dedicadas a preservar los recursos naturales de Estados Unidos. También es miembro fundador de la campaña 1Sky .

Actualmente es presidente del Producers Guild of America.

Eduardo Serra (director de fotografía), quien ya había trabajado antes con Edward Zwick en Blood Diamond, ha sido dos veces nominado al Oscar por su trabajo en Girl With a Pearl Earring y The Wings of a Dove. También fue nominado por las mismas películas al BAFTA Award, ganando por The Wings of a Dove. Fue honrado por su cinematografía en Girl With a Pearl Earring por varios grupos de críticos, incluyendo la Los Angeles Film Critics Association, y ganó varios premios internacionales entre ellos el European Film Academy Award.

Nacido en Portugal, Serra ha trabajado extensamente tanto en Hollywood como en Europa. Ha hecho más de 30 películas en Francia, donde vive, y recibió una nominación al premio César por su trabajo en Le mari de la coiffeuse, una de sus ocho colaboraciones con Patrice Leconte. También ha trabajado en ocho películas para el director Claude Chabrol, las más recientes son La fille coupée en deux y Bellamy.

Dan Weil (diseñador de producción) recientemente trabajó en la comedia francesa Les deux monde, en la aclamada Blood Diamond, de Edward Zwick y en Syriana, de Stephen Gaghan, por la que recibió su segunda nominación al Art Directors Guild Award. Antes, fue nominado por su trabajo en el thriller The Bourne Identity de Doug Liman.

Nativo de Francia, Weil ganó el premio César por el diseño de producción de la película de Luc Besson, The Fifth Element, y recibió otra nominación al mismo premio por Nikita del mismo director. Otras colaboraciones con Besson incluyen The Big Blue, The Professional y The Dancer.

Entre otros créditos están King Arthur, The Libertine, Beautiful Mother, Total Eclipse, Les truffes, Hors ta vie y Tristesse et beauté.

Véronique Melery (decoradora de sets) comenzó a trabajar en Bélgica bajo las órdenes de famosos diseñadores de producción y le atribuye su éxito en la industria a la suerte. Sus mentores pulieron sus habilidades y le enseñaron la importancia de usar en el set incluso las cosas más pequeñas. Después se mudó a Francia, en donde le ofrecieron trabajo como diseñadora de producción y decoradora de sets. Sus créditos incluyen Asterix 1, A Very Long Engagement, Marie Antoinette y Cheri.

Steven Rosenblum (editor) ha tenido una larga y fructífera asociación con el director Edward Zwick desde los tiempos de la serie Thirtysomething, por la que ganó un Emmy por Edición. Su primera colaboración en cine fue el drama de la Guerra Civil, Glory, lo que valió una nominación al Oscar por Mejor Edición. Consiguió su segunda nominación a este premio por Braveheart, dirigida y estelarizada por Mel Gibson, y una tercera nominación por Blood Diamond, de Zwick.

También editó las películas de Zwick, Legends of the Fall, Courage Under Fire, The Siege y The Last Samurai. Además, trabajó en el debut como director de Marshall Herskovitz, Jack the Bear. Otros créditos incluyen Failure to Launch de Tom Dey, XXX 2: The Next Level de Lee Tamahori, The Four Feathers de Shekar Kapur, Pearl Harbor de Michael Bay y X-Men de Bryan Singer.

Otros créditos incluyen Beyond the Sea, dirigida y estelarizada por Kevin Spacey; Unbreakable M.Night Shyamalan; What Dreams May Come, con Robin Williams; Jude de Michael Winterbottom y Map of the Human Heart entre muchas otras. Pronto hará su primera película en 3D, Journey to the Center of the Earth, de Eric Brevig.

Jenny Beavan (diseñadora de vestuario), sus trabajos incluyen varias producciones importantes, entre otras Gosford Park, de Robert Altman, Sense and Sensibility, de Ang Lee, Tea With Mussolini, de Franco Zefferelli y muchas de las mejores producciones de Merchant Ivory como A Room With a View por la que ganó un Oscar. Jenny ha sido nominada muchas veces por su trabajo, y ganó un BAFTA por Gosford Park y un Emmy por Emma. En 2007 abarcó las tres disciplinas: Present Laughter con Howard Davis, dirigiendo en el London National Theatre la miniserie de televisión Cranford para la BBC y Defiance de Edward Zwick.

James Newton Howard (compositor) es uno de los más versátiles y solicitados compositores en el medio del cine. A la fecha Howard ha recibido siete nominaciones al Oscar, incluyendo cinco por Mejor Partitura Original por Michael Clayton, The Village, The Fugitive, The Prince of Tides y My Best Friend’s Wedding, y dos por Mejor Canción Original, Look What Love has Done de la película Junior y For the First Time de One Fine Day.

También ha recibido cuatro nominaciones al Grammy, por la música de la película de Edward Zwick, Blood Diamond; la película animada de Disney Dinosaur; por Signs de M. Night Shyamalan y por la canción de One Fine Day. Su tema para Dying Young también le valió una nominación para Kenny G como intérprete. Además, ha ganado dos Emmy por el tema de la serie de Andre Braugher Gideon’s Crossing y otras dos nominaciones al Emmy por los temas de la famosa serie de Warner Bros. ER y la serie de Ving Rhames Men.

También ha sido nominado tres veces a los Golden Globe Awards: por su masivo trabajo orquestal para el éxito taquillero de Universal King Kong, y por las canciones de Junior y One Fine Day.

Ha sido ganador del prestigioso premio Henry Mancini por logros durante su carrera otorgado por la ASCAP, tiene casi 100 películas en su historial. Entre ellas están todas las de M. Night Shyamalan, The Sixth Sense, Unbreakable, Signs, The Village y Lady In the Water; cinco películas del director Lawrence Kasdan, Grand Canyon, Wyatt Earp, French Kiss, Mumford y Dreamcatcher; cuatro comedias de Julia Roberts, Pretty Woman, Runaway Bride, My Best Friend’s Weding y America’s Sweethearts; y tres películas animadas de los estudios Disney, Dinosaur, Treasure Planet y Atlantis: The Lost Empire.

Otros de sus trabajos incluyen The Great Debaters, Water Horse: Legend Of The Deep, The Lookout, Blood Diamond, King Kong, Batman Begins, Collateral, Outbreak, Falling Down, Primal Fear, Glengarry Glen Ross, Waterworld, The Devil’s Advocate, Space Jam, Dave y Flatliners entre otros.

El éxito de Howard se refleja en las experiencias de su rico pasado musical. Inspirado por su abuela, una violinista clásica que tocó en la sinfónica de Pittsburgh en las décadas de 1930 y 1940, comenzó sus estudios de piano a los cuatro años. Después de estudiar en la Santa Barbara Musical Academy of the West y en la USC School of Music la carrera de pianista, completó su educación formal con estudios de orquestación con el legendario arreglista Marty Paich.

Aunque su formación es clásica, siempre ha mantenido un interés en el pop y el rock, y fueron sus primeros trabajos en el campo del pop los que le permitieron afinar su talento como músico, arreglista, compositor y productor. Pasó dos años como músico de sesión para Carly Simon, Diana Ross, Ringo Starr, Leo Sayer, Harry Nilsson y Melissa Manchester. También grabó dos álbumes como solista. En 1975, se unió a la banda del superestrella pop Elton John, tanto en gira como en estudio. Dejó la banda en 1976 para dedicarse más a la producción, regresando con ésta en 1980 para otra gira y de nuevo en 1986 dirigió a la Orquesta Sinfónica de Melbourne para la gira del álbum de John Live in Australia, que después de convirtió en disco de platino.

Habiéndose convertido en uno de los más solicitados músicos de la industria, acumuló un gran número de colaboraciones en estudio con algunos de los más grandes nombres en el pop, incluyendo a Barbra Streisand, Earth Wind and Fire, Bob Seger, Rod Stewart, Toto, Glen Frey, Olivia Newton-John, Randy Newman, Rickie Lee Jones, Cher y Chaka Khan. Después de que le ofrecieron hacer su primera película, Head Office, en 1985, no volvió la vista atrás.

Sus más recientes trabajos incluyen Charlie Wilson’s War de Mike Nichols, con Tom Hanks, el éxito de taquilla I Am Legend de Francis Lawrence y el thriller Michael Clayton de Tony Gilroy. En el verano de 2008, se reunió con M. Night Shyamalan para hacer The Happening y The Dark Night de Christopher Nolan, al lado de Hans Zimmer.

Joshua Bell (violinista) ha cautivado la imaginación del público como ningún otro violinista clásico de su tiempo. Obtuvo reconocimiento a nivel nacional a los 14 años con un aclamado debut orquestal bajo la dirección de Riccardo Muti con la Philadelphia Orchestra. Un debut en el Carnegie Hall, la prestigiosa beca Avery Fisher Career y un contrato de grabación confirmaron aún más su presencia en el mundo de la música. La temporada de concierto 2008-2009 de Joshua Bell arrancó en septiembre con el lanzamiento mundial en Sony Classical de Vivaldi: The Four Seasons grabado en la Academy of St. Martin in the Fields, el regreso como catedrático a su alma mater, la Jacobs School of Music de la Universidad de Indiana, y el lanzamiento del DVD del décimo aniversario de The Red Violin, película ganadora del Oscar por Mejor Música Original, interpretada por él.

Artista exclusivo de Sony Classical, es conocido por su amplio y atrevido repertorio. Tiene un rico y variado catálogo de grabaciones. Sus recientes lanzamientos incluyen The Red Violin Concerto de John Corigliano, The Tchaikovsky Violin Concerto, The Essential Joshua Bell, Voice of the Violin y Romance of the Violin al que Billboard nombró CD Clásico del Año 2004 y a Bell Artista Clásico del Año.

Su temporada de conciertos 2008-2009 incluye actuaciones con la New York Philharmonic, The Los Angeles Philharmonic y San Francisco Symphony, además de las orquestas de Indianapolis, San Francisco, Pittsburgh, Montreal, Atlanta, Minneapolis, Seattle, Syracuse y Oregon. Sus conciertos internacionales incluyen una gira con la Verbier UBS Festival Orchestra por Atenas, Lisboa, Berlín y Munich, interpretando The Four Seasons de Vivaldi. También tocará con la Orquesta Nacional de España en Madrid, y en París con la Orchestre Philarmonique de Radio France. Sus conciertos más destacados en 2009 incluyen la New World Symphony de Miami, la Lincoln Center Great Performers Series y una gira europea con la Minneapolis Orchestra dirigida por Osmo Vanska.

Además de su carrera como concertista, Bell disfruta colaborar con artistas como Pamela Frank, Steven Isserlis y Edgar Meyer, así como tener colaboraciones ocasionales con artistas fuera de la escena clásica, compartiendo escenarios con Josh Groban, James Taylor y Sting. Grabó su primer disco a los 18 años, y tiene un extenso catalogo clásico de gran amplitud.

Las interpretaciones de Bell en bandas sonoras incluyen la nominada al Brit Ladies in Lavender y la ganadora del Oscar Iris, con música original de James Horner. Bell apareció como el mismo en la película Music from the Heart con Meryl Streep, y en numerosos programas de televisión incluyendo Late Night with Conan O’Brien, The Tonight Show, CBS Sunday Morning y los programas de PBS Great Performances—Joshua Bell: West Side Story Suite from Central Park. Fue uno de los primeros artistas clásicos en tener un video en VH1, y fue objeto de un documental de la BBC, Omnibus. Bell ha aparecido en publicaciones que van desde Newsweek hasta ‘Las 50 personas más bellas’ de la revista People o Gramophone y The New York Times.

Nechama Tec (escritora), profesora emérita de sociología por la Universidad de Connecticut en Stamford, recibió su doctorado de la Columbia University. Especialista en el Holocausto, durante años, sus investigaciones y publicaciones se han concentrado en las intrincadas relaciones entre la supervivencia, compasión altruismo, rescate, cooperación y género. Actualmente trabaja en dos libros: Profiles of Women y A Comparative Study of Jewish and Non-Jewish Resistance.

El 6 de abril de 2003, Tec recibió un título honorífico de doctor en Humanidades de la Universidad Seton Hall. En 2002 fue nombrada por el presidente Bush al Counsil of the United States Holocaust Memorial Museum de Washington D.C. Tec también presta servicios en el Academic Advisory Commitee en el Centro de Estudios Avanzados del Holocausto, en el Holocaust Memorial Museum de Washington. En 1997 fue nombrada investigadora en el Miles Lermer Center for the Study of Jewish Resistence, en el United States Holocaust Memorial Museum de Washington D.C. En 1995, fue nombrada académica de planta en el International Institute for Holocaust Research en Yad Vashem, en Jerusalén. Es autora de los libros: Letters of Hope and Despair, Resilience and Courage: Women, Men and the Holocaust que ganó el National Jewish Book Award de 2002-2003 y fue nominado al premio Pulitzer y al National Book Award. También publicó In the Lion’s Den: The Life of Oswald Rufeisen que ganó el Christopher Award y When Light Pierced the Darkness: Christian Rescue of Jews in Nazi-Occupied Poland que recibió el Merit of Distinction Award de la Liga de Anti Difamación de B’nai B’rith. Sus primeros dos libros fueron Grass is Green in Suburbia: A Sociological Study of Adolescent Use of Illicit Drugs y Gambling in Sweden.

Sus libros han sido traducidos al francés, holandés, hebreo, alemán, italiano y polaco. Es autora de más de 70 artículos académicos y continúa siendo una conferencista en encuentros internacionales y nacionales. Al paso de los años las investigaciones de Tec han sido financiadas por el National Endowment for the Humanities, el Social Science Research Council, la Memorial Foundation for Jewish Culture entre otros.


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