Victor Hugo Juarez
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Hay héroes... hay superhéroes... y también está Hancock (Will Smith). Un gran poder implica una gran responsabilidad – todo mundo lo sabe – es decir, todo mundo menos Hancock. Contrariado, sarcástico, problemático e incomprendido, puede que su heroísmo bien intencionado cumpla con las expectativas e incluso salve unas cuantas vidas, pero el daño que deja como secuela no hace sino dejar a la gente boquiabierta.
El público está harto – independientemente de la gratitud que supone contar con un héroe local, los buenos ciudadanos de Los Ángeles han comenzado a preguntarse qué han hecho para merecer a este tipo.
A Hancock no le importaba lo que la gente pudiera pensar – hasta que un buen día salva la vida de Ray Embrey (Jason Bateman), un ejecutivo de relaciones públicas, y así el impopular superhéroe comienza a caer en la cuenta de que, después de todo, él también puede ser una persona sumamente vulnerable.
Columbia Pictures presenta Hancock, una película de Peter Berg. Estelarizada por Will Smith y Charlize Theron. Dirigida por Peter Berg y producida por Akiva Goldsman, Michael Mann, Will Smith y James Lassiter. Los efectos especiales son de Sony Pictures Imageworks Inc. Se estrena mundialmente el 4 de julio 2008.
EN ESPERA DE UN HEROE
“Hancock no es un héroe típico”, dice Will Smith, estrella de Hancock, la nueva cinta de comedia y acción de Columbia Pictures. Smith asegura que lo que le atrajo de esta cinta fue la oportunidad de poder llevar una historia original y única a la pantalla grande – Hancock, un película de superhéroes que consigue expandir las fronteras de este género mediante el énfasis puesto en la emoción humana.
“Se suele creer que las películas ‘de verano’ son de acción y que las ‘de otoño’ son mucho más profundas”, dice. “Bien, ¿pues qué ocurre cuando mezclas una historia poderosa y dramática, poblada de personajes profundos, con todo el escándalo y el impacto visual de una película de acción? ¿Por qué no fusionar todos estos elementos y obtener lo mejor de ambos mundos?”
Smith y sus correalizadores – los productores Akiva Goldsman, Michael mann Y james Lassiter, y el director Peter Berg – han logrado precisamente esto de la siguiente forma: presentando a su personaje de una manera sumamente inusual. La cinta no se centraría en cómo obtuvo Háncock sus poderes, o en la manera como eligió implementarlos.
En su lugar, Hancock representaría una figura mucho más universal: un hombre que se encuentra inmerso desde hace años en la misma clase de trabajo, que está harto y desea abandonarlo todo. Sus superpoderes, que distan mucho de ser un especie de bendición, le han conferido una actitud que lo ha alejado completamente de sus fanáticos potenciales.
“Sólo una persona en el mundo puede desempeñar un papel semejante”, dice Goldsman. “No puedo siquiera concebir la existencia de Hancock sin Will Smith”.
“Will se emocionó mucho cuando supo que había sido elegido para interpretar a un superhéroe”, comenta el productor James Lassiter. “Cuando revisamos el guión, pensamos que no había otra forma de realizar una película de esta clase – un superhéroe irreverente: algo nunca antes visto. Hancock es un personaje excepcional e interesante, una idea que ha roto todos los moldes”.
Con Smith a bordo, no resultó muy difícil convencer a Berg, aclamado por su trabajo como director en Friday Night Lights y The Kingdom, para que dirigiese esta cinta. “Will es una de las pocas estrellas de cine capaces de convertirse en el punto de confluencia de una gran variedad de habilidades”, dice Berg. “Es una persona talentosa, extremadamente honesta y temeraria. Cuando esas tres características confluyen, un actor puede hacer lo que le venga en gana, y es obvio que Will está dispuesto a intentarlo todo”.
Según Michael Mann, el resultado no es otra cosa que una identidad perfecta entre la estrella y el material – esto es, una cinta que cumple con las expectativas de los admiradores de Will y a la vez no cesa de sorprender a las audiencias. “Nos propusimos realizar una película que fuera de lo gracioso e irreverente a lo sexy y romántico, de la emoción al llanto. El poder de Will Smith como actor se encuentra en la habilidad que tiene para sumergirse a profundidad en los diferentes estados mentales de este complejo personaje. Él es como un centro de gravedad...”, según Mann.
“Hancock es un tipo muy complicado”, dice Smith “Todos los días, al despertar, se siente enojado con el mundo entero. No puede recordar lo que le ocurrió y en realidad no hay nadie que pueda ayudarlo a encontrar una respuesta satisfactoria. Sus intenciones son buenas, pero le cuesta trabajo vincularse al mundo circundante”.
Por su parte, Charlize Theron se sintió atraída por múltiples razones. Para empezar, por supuesto, no podía perderse la oportunidad de volver a trabajar con Will Smith, con quien ya había colaborado en The Legend of Bagger Vance. “Will desempeña su papel tan maravillosamente”, comenta.
Asimismo, Theron se sintió impresionada por un guión rico en personajes irresistibles. Por ejemplo, a diferencia de su esposo, quien no cesa de imaginarse a Ray convertido en un superhéroe magnífico, Mary comparte los puntos de vista del ciudadano promedio.
“Ella está harta de la mala conducta de Hancock que, al menos superficialmente, es totalmente irresponsable y destructiva”, comenta la actriz. “Para ella, lo más importante es que el héroe no perturbe la idílica vida que ha creado junto a Ray y su hijo. Pero cuando Hancock comienza a dar señales de algo así como una luz de esperanza al final del túnel, de que quizá sí logre modificar su comportamiento, ella continúa rechazándolo. Y eso no puede sino hacernos sospechar”.
ACERCA DE LAS ACROBACIAS Y LOS EFECTOS VISUALES
El Director Peter Berg dependió de un conjunto de artesanos realmente experimentados para alcanzar lo que se había propuesto en el plano de la imagen.
Los coordinadores de dobles y acrobacias, Simon Crane (quien asimismo fungió como director de la segunda unidad durante la cinta) y Wade Eastwood supervisaron los detalles de las secuencias de vuelo sin olvidarse de las escenas de pelea y persecución. Pero, a diferencia de lo que ocurre en muchas otras cintas de acción, Eastwood y Crane tuvieron que obedecer cierta orden al pie de la letra: buscar la perfección en la falta de gracia de los movimientos del personaje principal.
“No se trata de Superman o el Hombre Araña, personajes que deben aterrizar de manera hermosa y con estilo”, explica Eastwood. “Tuvimos que realizar un sinnúmero de pruebas a fin de dar con un aterrizaje digno de Hancock, es decir, lograr que éste diera traspiés o cayera de rodillas y tuviera que balancearse antes de ponerse nuevamente de pie, y esto significa que uno tiene que programar cada paso y calcular tanto los movimientos como el contrapeso. Esto nos obligó a ensayar las caídas con Will innumerables veces. Yo sabía que él era una persona divertida y sumamente atlética; un verdadero acróbata”.
“Lo más gracioso ocurrió cuando tuvimos que hacerlo volar de lado, acostado como estaba a una pulgada y media del suelo”, dice. “Se trataba en realidad de uno de nuestros mecanismos más sencillos, pero íbamos a gran velocidad, y el efecto final resultó grandioso. Hancock se dirige volando hacia un policía que se encuentra oculto detrás de una patrulla devastada y lo hace a treinta y cinco millas por hora, con la cabeza por delante.
Tuvimos que utilizar un conjunto distinto de tornos a fin de dar con un pivote que le permitiera detenerse justo al lado del policía adoptando una postura sentada o de arrodillado. Y todo esto fue realizado en una sola toma. A pesar de haber montado toda la estructura la víspera de la filmación, tuvimos que prescindir de una parte durante el día a causa del tráfico; más tarde montamos todo de nuevo y realizamos nuevas pruebas con diferentes pesos antes de colocar al doble y al actor sobre nuestro mecanismo”.
Smith realizó casi todo el trabajo relacionado con arneses y cables de protección. “Hubo un par de ocasiones realmente espeluznantes”, comenta riendo. “Por ejemplo, una noche volé a cien pies de altura por encima de las calles; más adelante me sometí a una obligatoria caída libre detenida por un cable que sólo comienza a operar cuando uno se encuentra a dos pies del suelo, y todo ello en menos de dos segundos - ¡qué descarga de adrenalina! Es como subirse a la montaña rusa, pero sin carrito. ¡Eso sí que es agresividad pura!”
“Algunos movimientos son muy extraños”, explica Smith. “Incluso los saltos desde una banca pueden ser muy violentos porque los cables tiran con una fuerza endemoniada. Más vale no sentirse tenso; esto podría provocar esguinces en el cuello e incluso dañar los tendones, o aumentaría innecesariamente el peso en las rodillas. Ni siquiera te das cuenta hasta que repites el movimiento unas cuantas veces; es entonces cuando sientes que todas estas heridas aparentemente insignificantes te han tomado por asalto”.
La secuencia acrobática que abre la cinta fue muy difícil de filmar e incluso se llevó varias semanas y requirió de una gran cantidad de locaciones, además del complemento filmado contra pantalla verde sobre el escenario. Cuando un grupúsculo de criminales callejeros emprende la retirada a bordo de una SUV, Hancock decide darles caza.
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